Historia del Piragüismo, qué es y consejos para su práctica

Historia del Piragüismo, qué es y consejos para su práctica

¿Qué es el piragüismo?

La navegación en canoa o piragua es practicada por el hombre desde tiempos inmemoriales, por lo que se puede afirmar que todas las poblaciones que habitaban en las proximidades de aguas crearon algún tipo de pequeña embarcación que les permitiera desplazarse bien para transportar mercancías u obtener comida.

Así a partir de un simple vaciado de un tronco de árbol, o de la más compleja construcción con un armazón de ramas o de huesos recubierta de pieles o cortezas de árboles, se obtenían embarcaciones que cumplían ese objetivo, y de las que aún hoy en día, algunas tribus todavía utilizan por todas partes del mundo.

Nacimiento del piragüismo

El vestigio arqueológico más antiguo que conocemos se remonta a 6.000 años atrás. Se trata de una canoa y pala de plata, encontradas en la tumba de un rey sumerio en Ur, a orillas del Éufrates.

Posteriormente aparecen representaciones egipcias de embarcaciones movidas con palas, muy parecidas a las de los aztecas mexicanos, así como otras repartidas por toda la superficie de la tierra.

Es lógico pensar que un elemento pensado para un mismo fin y con el mismo tipo de materiales, lleva a principios de construcción parecidos o idénticos.


El piragüismo en la actualidad

En la actualidad se pueden establecer dos tipos de embarcaciones básicas: la canoa y el kayak.

La canoa es una embarcación de transporte muy utilizada por los indios americanos, hasta el punto que es conocida como canoa canadiense. En estas el palista se impulsa con una pala de una sola hoja, se apoya sobre una o dos rodillas, sobre el casco de la embarcación que se encuentra abierto por la parte superior, y maneja la embarcación con la misma pala.

El kayak, palabra que en lengua esquimal, de donde se toman sus orígenes, significa embarcación de hombres, se trata de una embarcación cerrada, introduciéndose el tripulante por un hueco existente en la parte superior que se denomina bañera, hasta sentarse que es la posición correcta de paleo. La impulsión se realiza por una pala de doble hoja y se palea alternativamente a un lado y otro de la embarcación. El hueco o bañera se puede cerrar por una especie de delantal (cubrebañeras) que se ajusta al borde del agujero y a la cintura del tripulante con el fin de impedir la entrada de agua y del frío.

Parece obvio deducir que para zonas de aguas tranquilas o semitranquilas podrá utilizarse la canoa abierta o canadiense y para las de aguas más vivas el kayak, aunque hoy en día dado los novísimos materiales con que se construyen y el adaptarles sistemas de flotabilidad, se usan los dos tipos de embarcación en toda modalidad de aguas.

En Europa la primera referencia que tenemos de kayaks data de 1424, en la zona del mar del Norte, pero el nacimiento del piragüismo moderno en este continente se sitúa en 1865, cuando Jhon Mc  Gregor, un abogado escocés construyó un kayak a imagen de los que conocía de sus viajes, y a la que le dio como nombre Rob Roy y con la que efectuó numerosos viajes por ríos y lagos nórdicos y de centroeuropa.

Rápidamente aparecieron seguidores hasta el punto de que al año siguiente ya existía un club en Londres y dado el crecimiento exponencial de esta actividad en 1924 se crea la Federación  Internacional de Canoa.

En España aunque a principios de siglo algunas personas disponían de kayaks con los que efectuaban excursiones, el comienzo del piragüismo se suele situar en 1930 cuando a raíz de una excursión realizada por Dionisio de la Huerta, en una embarcación de lona  adquirida en los almacenes El Siglo de Barcelona, por las aguas del río Sella, con el pasar de  los años deriva en una competición de las más importantes dentro del ámbito internacional, que lleva a una participación actual de más de 2.000 piraguistas.

Hoy en día el piragüismo se ha popularizado y está en una continua expansión dado que al margen de los clubes dedicados a la competición están proliferando empresas que utilizan el piragüismo como elemento turístico de primer orden, que permite contactar e integrarse en la naturaleza con ese pequeño componente de aventura que subyace al realizar una actividad con los atractivos que el piragüismo reporta.

¿Qué materiales se utilizan para la práctica del piragüismo?

El material básico para la práctica del piragüismo, se reduce a la embarcación o piragua, la pala de propulsión  y el material accesorio que conforma el equipo.

La piragua - existe actualmente una gran variedad de modelos en función de la actividad para la que esté diseñada, siendo la más adecuada para viajar la denominada “kayak de turismo”, tanto de una como de dos plazas (K1 - K2), siendo modelos muy estables y cómodos, así como las “canoas canadienses”, en las que pueden viajar de 1 a 3 personas y transportar bastante material. Estas tienen una velocidad de desplazamiento menor que los kayaks, pero son muy confortables y fáciles de manejar.

Tanto las canoas como los kayaks, destinados a la iniciación y excursiones, que se utilizan en las escuelas, son embarcaciones de gran volumen, construidas para dar estabilidad, seguridad y maniobrabilidad suficiente para los no iniciados, con una rápida recuperación en olas y rebufos.

Los kayaks disponen además de una gran bañera para salir rápido en caso de vuelco.

La pala de Kayak - Se trata de  una pértiga en cuyos extremos dispone de una paleta, estando estas giradas 90º, una respecto de la otra.

La pala de canoa - Se trata de una pértiga, más corta que la del kayak, que en un extremo dispone de una paleta y en el otro de una empuñadura en forma de T.

El chaleco - Es una pieza fundamental del equipo y obligatoria para todo aquel que participe en alguna de las actividades de las Escuelas. Es una garantía más de seguridad, siendo en caso de vuelco un cómodo aliado y sirve de abrigo en momentos de meteorología adversa.

El cubrebañeras - Es una prenda a modo de faldilla, construida con un material impermeable, que se ciñe a la cintura y al borde de la bañera de la piragua por dos elásticos, con el objeto de no embarcar agua. En caso de vuelco el elástico cede y el piragüista puede salir fácilmente de la embarcación.

El casco - Es obligatorio para la práctica en aguas bravas, ya que el peligro de golpes violentos es grande. Son ligeros y de materiales plásticos.

El peto de neopreno - Es importante para el palista cuando el tiempo o las aguas sean frías, pues se trata de una prenda que permite efectuar los movimientos de paleo cómodamente a la vez que nos mantiene el cuerpo  con buena temperatura.

Los escarpines - Son un aliado útil, que permitirá nadar cómodamente y andar por el lecho de la masa de agua sin hacerse daño. Al estar confeccionados con neopreno también permite mantener la temperatura corporal en los pies.

Consejos útiles a la hora de practicar el piragüismo

  • Es preciso para la práctica del piragüismo el saber nadar.
  • Verificar que la embarcación es insumergible, o bien llevar instalados sistemas o globos de flotabilidad.
  • Se debe portar un chaleco de talla idonea . Puesto y ajustado durante todo el tiempo que dure la actividad.
  • Es necesario el proveerse de la vestimenta adecuada. Camiseta, bañador y zapatillas (no chanclas), y si el ambiente es frío traje de neopreno y/o chubasquero.
  • Efectuar la actividad siempre en grupo que como mínimo ha de estar constituido por 3 personas.
  • En los rápidos de los ríos, se debe de descender de uno en uno.
  • Utilizar crema solar de alta protección, en todas las zonas de piel expuestas al aire libre.
  • En caso de utilizar gafas, llevarlas sujetas.
  • Respetar la naturaleza, no molestando a la fauna, ni dejando cualquier tipo de basuras.


Ricardo Soto
Escuela Asturiana de Piragüismo

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